• Preguntas Frecuentes

    Sobre la idea de la apostasía
    Si yo no creo en la Iglesia Católica, ¿Por qué debería someterme a sus estatutos para apostatar?
    Si bien el trámite de alejarse de la Iglesia Católica tiene nombre propio (apostasía), conceptualmente no tiene ninguna diferencia con dejar cualquier otra institución. Si uno se afilia a un partido político, y luego por la razón que sea decide retirarse, seguirá un procedimiento interno para darse la baja, independientemente de que ya no adhiera a él. Sin la baja formal, poco importará lo que uno piense internamente, ya que en los papeles uno forma parte y la institución lo cuenta a la hora de mostrar sus integrantes para negociar poder. Quienes no confiamos en la Iglesia Católica o no apoyamos sus acciones, vemos a la Iglesia como una institución más, y nos damos de baja por las mismas razones que nos damos de baja de todos aquellos lugares a los que ya no queremos pertenecer.
    ¿Apostatar es una forma de hacerse ateo?
    De ninguna manera. Lo mismo que desafiliarse de un partido político no implica necesariamente descreer de la política, apostatar es renunciar a una fe religiosa o salir de una institución religiosa en particular sin que de ello se desprenda la no creencia en Dios. Se puede renunciar al catolicismo porque uno se convierte a cualquier otra religión lo mismo que se puede apostatar del islam para hacerse católico. Ciertamente muchos de los que apostatan son ateos o agnósticos, pero también muchos otros tienen ideas de Dios o de la moral distintas a la católica y por ello deciden apostatar de esa fe. Sabemos de seguidores de religiones afroamericanas o incluso de cristianos que han decidido salirse de la Iglesia Católica, y por supuesto esto no los convierte en ateos.
    ¿Qué sentido práctico tiene apostatar?
    Vivimos en un país donde la representatividad otorga poder. Imagine que una institución dice representar al 10% de la comunidad (con los votantes que esto implica) no se va a sentar a negociar de la misma manera que lo haría un particular que no representa a nadie más que a si mismo. Si sospecha que ese 10% da poder en una negociación, ahora piense el poder que pueda dar un 50% de representatividad. A todo esto, la Iglesia Católica sostiene que casi el 90% de los argentinos somos católicos basados en el solo hecho de figurar en sus libros de bautismo, por lo que no es difícil imaginar la enorme ventaja que esto supone a la hora de negociar cualquier cosa con, por ejemplo, el gobierno nacional. Pero la realidad es bien distinta: Las encuestas recientes muestran que sobre los temas de mayor preocupación de la Iglesia, el nivel de representatividad es muy bajo: la sociedad en su mayoría no condena a la homosexualidad, no está contra el aborto, acepta la educación sexual en las escuelas, aprueba la utilización y de hecho utiliza métodos anticonceptivos, tiene relaciones sexuales por placer y sin necesidad de casarse por iglesia, etc. Queda claro que la Iglesia no representa a la mayoría de los argentinos en estos temas, pero aún así habla por todos.
    Apostatar es una forma contundente de decirle a la Iglesia Católica: ¡No hablen por mí, no me representan! ¡Bórrenme de sus registros! ¡No me usen para presionar a nadie!
    ¿Qué se gana con mi apostasía solamente?
    En este sentido, apostatar es como votar. Un voto no cambia el rumbo de un país y una apostasía tampoco pretende hacerlo, pero sumando varios aportes individuales podremos hacer más fuerza. Y sino, al menos habremos sido coherentes entre nuestro pensamiento y nuestras acciones.

    Sobre el trámite de la apostasía
    ¿Puedo apostatar si no me bautizaron de recién nacido, sino que yo mismo decidí hacerlo?
    Sí, claro. Sucede que la gran mayoría de los/las bautizados/as lo fueron en sus primeros meses de vida y por eso son en general el caso del que se habla. Pero no sólo tenemos derecho a deshacer lo que hicieron nuestros padres en nombre nuestro, sino que también tenemos derecho a evolucionar y cambiar de ideas.
    ¿Puedo apostatar habiendo recibido otros sacramentos (comunión, confirmación, casamiento por iglesia)?
    Sí. Uno puede renunciar a la fe católica en cualquier momento, y sin importar la cantidad de sacramentos que haya recibido.
    Dado que la apostasía es "des-bautizarse", ¿Hay trámites similares para deshacer la comunión o la confirmación?
    No, y no hacen falta. El bautismo es el ritual por el que se ingresa formalmente a la Iglesia Católica y a partir del cual sus datos figurarán en los libros de la Iglesia. Apostatar obliga a la Iglesia a actualizar o borrar sus datos de manera que conste que ya no pertenece a la misma. La comunión o la confirmación no son trámites de "ingreso" a la fe católica, por lo tanto no es necesario deshacerlos para salir de ella.
    Vivo en el exterior. ¿Cómo puedo hacer el trámite?
    Sin importar dónde viva, el trámite puede hacerse por correo postal. El principal problema es que es muy raro que la Iglesia responda, también por correo y en tiempo y forma, a una solicitud cercana, por lo tanto es mucho más raro que lo haga a alguien de otro país. De ser posible aconsejamos utilizar la dirección de un familiar para recibir la respuesta y evitarles una posible excusa más si esta no llegara. En todo caso, el trámite siempre es posible llevarlo adelante, sin importar las distancias, y si se complica es simplemente por la poca voluntad de la Iglesia en dar una respuesta. Los recursos de una comunicación telefónica a la diócesis o una denuncia a la D.N.P.D.P. siempre están abiertos.
    Vivo lejos del lugar donde fui bautizado. ¿Cómo puedo hacer el trámite?
    La respuesta es muy similar a la anterior, aunque con algunas ventajas. En teoría, podría enviarse la solicitud de apostasía a la diócesis más cercana y esperar que ellos internamente gestionen el trámite. Si bien no contamos con experiencias de este tipo, creemos que en la práctica puede ser complicado de seguir pero no deja de ser una alternativa. Hacer la denuncia a la D.N.P.D.P. también puede ser más simple que en el caso anterior por el hecho de encontrarse en el país.
    No recuerdo la parroquia donde fui bautizado y/o la fecha. ¿Cómo puedo hacer el trámite?
    Los registros de bautismo de la I.C.A.R., hasta donde sabemos, son descentralizados. Esto quiere decir que sí o sí es necesario saber dónde buscar para encontrar la partida de bautismo. Por esto es sumamente importante conocer donde se realizó la ceremonia y la fecha aproximada (al menos el año). Si este dato no se puede obtener de familiares o de los padrinas/os, quizás se pueda intentar buscar en las parroquias más cercanas al hogar donde vivió de niña/o, visitándolos con alguna excusa para buscar información.
    ¿Si me "des-bautizo", que pasa con los otros sacramentos (mios o de otros) para los cuales necesitaba el bautismo?
    En cuanto a lo formal, no pasa nada. La Iglesia guarda sus registros por ahora en libros y de una manera no centralizada. La modificación en la partida de bautismo no se ve reflejada en las actas de confirmación, de matrimonio, o de bautismo de algún ahijado o ahijada. Por lo tanto en los papeles la apostasía no deshace formalmente ningún otro sacramento, ni perjudica a los ahijados en caso de haberlos. Las consecuencias "espirituales" en los sacramentos entran en el terreno de las creencias personales y no tenemos mucho para agregar desde nuestro grupo.

    Sobre la convocatoria a la apostasía colectiva
    ¿Participar de la convocatoria implica realizar el trámite de apostasía?
    No. La convocatoria es más un acto simbólico que un trámite formal y si bien la idea es entregar las actas de apostasía de todos los que adhieran, posiblemente no va a ser suficiente para completar el trámite. Por esto es conveniente hacer los trámites en paralelo de manera individual y personal.
    Vivo lejos y/o no conozco dónde fui bautizado. ¿Puedo participar de la convocatoria?
    Sí. Al no ser un trámite formal, no son necesarios todos los datos que se requerirían en ese caso.
    Soy creyente pero no comparto la posición de la Iglesia frente a determinadas cuestiones. ¿Puedo participar de la convocatoria?
    Sí, claro. El trámite no es exclusivo para ateos, y de hecho hay muchos creyentes y aún cristianos que deciden apostatar, simplemente porque no comparten la actitud de la Iglesia Católica frente a determinados temas o porque perdieron fe en sus dogmas particulares.
    ¿Qué tratamiento tienen los datos que se ingresan en el formulario de adhesión? ¿Cómo puedo saber que se respetarán mis datos?
    Siendo que estamos apelando a la Ley de Habeas Data para reclamar nuestro derecho a la apostasía, es razonable que los interesados en generar su propia carta de apostasía a partir del formulario correspondiente tengan algunos reparos en ingresar allí datos sensibles. En principio aclaramos que tratamiento se dará a los datos ingresados.
    Hay dos opciones distintas. Si se mantiene la casilla de adhesión tildada, los datos ingresados se guardarán en una tabla de manera de ser utilizados para la presentación de la apostasía colectiva durante el mes de marzo en la Arquidiócesis de Buenos Aires. No se dará ningún otro uso a ningún dato y por supuesto los datos no serán divulgados, ni vendidos ni entregados a nadie. Tampoco se utilizarán para lograr un contacto individual de ningún tipo (ni por correo, ni por teléfono). Todas las comunicaciones serán dadas a través del sitio web.
    Por otro lado, si al enviar el formulario se destildó la casilla de adhesión, ningún dato es almacenado y no queda registro alguno de la información ingresada.
    Posiblemente todo esto genere dudas y algunos reparos a la hora de dejar información sensible. Para evacuar cualquier duda, te convocamos a participar con nosotros, para que veas que no hay secretos y que nos manejamos con total transparencia.

    Fuente:
    ApostasíaColectiva.org
    http://www.apostasiacolectiva.org/index.php?option=com_content&view=article&id=63&Itemid=71

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